Capítulo 17


Cap. 17

Bip bip… Bip bip… Tara se despertó, no había silenciado el móvil a noche y estaba sonando, tenía correos pendientes por leer.

Se desperezó y fue a por su teléfono, lo desbloqueó y vio que eran notificaciones del blog, tenía nuevos comentarios. Tenía dos comentarios:

‘’Hola Tara, vi que me seguías y decidí pasarme por tu blog. Tu historia con ese chico es muy especial no creo que haya llegado a su fin, anímate. Blue Butterly’’

‘’Hola amiga, no te preocupes, seguramente será la situación por la que está pasando, volveréis seguro, dale tiempo pero no te alejes de su lado, seguramente te necesite, un beso. Ana’’

La bloggera del primer comentario nunca se había pasado antes por el blog pero si había leído algunas entradas suyas, la segunda era un bloggera frecuente por sus páginas. Tara hizo bien en abrir es blog, ahora sentía que tenia amigas incluso al otro lado del ordenador.
Cerró su portátil, silenció el móvil y los dejo encima de la mesa. Luego, en vez de ir a la cama, cogió un libro y se sentó en la venta.

 Podía verla desde su cuarto, él estaba en la cama pero no estaba dormido, las lágrimas no le dejaban pegar ojo. Era preciosa, no sabía cómo solucionar aquella situación, no tenía fuerza.

-¡Tara!- su madre la llamaba desde el otro lado de la puerta, al no recibir respuesta abrió la puerta. Se encontró a su hija dormida en la ventana con un libro en el regazo.

-Hija, vas a llegar tarde el primer día de clase, arriba.

Tara se despertó, de rasco los ojos y fue directa al armario, no tenía ganas de pensar mucho que ponerse, opto por algo sencillo: vaqueros, converse, camiseta básica y un jersey de punto de color azul cielo. Se vistió con rapidez y bajo al piso de abajo con la mochila al hombro. No desayuno cereales, cogió una manzana y salió de casa sin mucho ánimo.

Raúl la vio salir desde una ventaja que estaba junto a la puerta de la entrada, espero un poco para no encontrársela y después salió.

Tara sabía que él iba detrás pero no se paró, siguió sin mirar atrás. Cuando llego al colegio fue directamente a clase y se quedo allí hasta que sonara el timbre. Entonces Raúl entró, aun seguían setenados justos, él hizo el amago de sentarse en otro sitio pero se lo pensó mejor y fue hasta ella.
La vuelta a clase se hizo más dura de lo que tara se podía imaginar, se le hizo eterna aquella mañana.
Hora de comer, nuevamente Tara no comió casi nada, solo un plátano. Se sentó sola, lejos de sus amigos y de él. Saco el portátil y escribió una nueva entrada en el blog.

Fin de las clases, en cuanto sonó el timbre final Tara salió disparada por a puerta pero no llego mucho más lejos, se desplomó en la mitad del pasillo. Notó como alguien se inclinaba junto a ella y la alzaba en brazos pero no pudo ver quien era antes de desmayarse.

Abrió los ojos con cuidado y no sabía dónde estaba hasta que se le acercó la enfermera del instituto.

-¿Qué has comido hoy?- le pregunto la enfermera preocupada.

-Un… una manzana y un plátano…- dijo ella con un poco de dificultad.

-Tienes que comer bien Tara, si no, no tendrás energía y te volverás a desmayar como hoy, menos mal que Raúl te ha traído- en cuanto mencionó su nombre se puso a buscarlo con la mirada- no está aquí, ha ido a por una chocolatina para ti.

Tara espero paciente en la camilla de aquella habitación excesivamente blanca hasta que la puerta se abrió dando paso a un Raúl preocupado.

-Te has despertado… toma- dijo y le entregó la chocolatina.

-Gracias- dijo ella con tristeza, él sabía que no era solo por la chocolatina sino por haberla llevado.

Cuando Tara se había recuperado del todo, los dos se despidieron de la enfermera y Raúl acompañó a Tara hasta su casa.

-Gracias, no le digas nada a mi madre por favor… ¿Quieres pasar?- le dijo, cosa que lo sorprendió.

-De nada y tranquila, no le diré anda… gracias pero prefiero pasarme luego, quiero hablar contigo, adiós- dijo y se despidió.

Tara se metió en casa y Raúl se fue a la suya. Tara estaba impaciente por lo que él quería hablar…


Gracias a Blue Butterly (Su blog) y a Las gafas de Ana (Su blog) por haber aceptado a salir en este capítulo, un saludoo.


Redes sociales


Hola a tod@s!
Esta entrada es para anunciaros que mi blog novela Tara... ¡Esta en bloglovin'! y que desde ahora en la columna derecha del blog tendréis mis redes sociales para que me sigáis, me compartáis cosillas y demás.
Un saludo a todos.

MADDI 

Capitulo.16


Cap. 16

El cursor no paraba de parpadear sobre la hoja en blanco que tenía abierta en la pantalla del ordenador, tenía tantas cosas que decir y tan pocas palabras para explicarlo…
Tara estaba algo ausente aquella mañana, era uno de esos días en los que sientes que todo va a salir mal desde que pegas los pies en el suelo de la habitación, esos días en lo que habrías preferido quedarte en casa, esos días en los que no querrías haber visto a alguien…
Miró por la ventana pero no vio ni rastro de Raúl al otro lado del cristal, ¿habría ido al hospital? No lo sabía. Cogió el teléfono y marcó el número que ya a estas alturas tenía más que aprendido.

-Buenos días.

-Hola- contesto él secamente cosa que a Tara le chocó.

-¿Qué tal estas? ¿Has ido a ver a tu padre?

-Sí, estoy aquí- hizo una larga pausa- ¿vas a venir?

-¿Quieres que vaya?

-No lo sé, hoy nos darán alguna noticia sobre mi padre, haz lo que quieras- su tono era distante y desganado, aprecia que en cualquier momento iba a colgar.

-Iré en una hora- anunció ella.

-Bien, nos vemos- se despidió él.

-Adió…- no le dio tiempo a despedirse, él ya había colgado.

Tara, aparte de la llamad a su novio, hizo lo de cada mañana. Se dio una buena ducha para despejarse, desayunó sus cereales de colores favoritos, se vistió y fue rumbo al hospital.
De camino al hospital paró en un Starbucks y compró un par de chocolates calientes para animar un poco a Raúl y a su madre.

En diez minutos ya estaba al pié de aquel enorme edificio blanco de paredes acristaladas que en un principió no tenía aire a hospital. Pasó las puertas automáticas y se dirigió a la planta en la que estaba el padre de Raúl. Esta vez, él no estaba pululando preocupado por los pasillos, estaba vacío, tomo asiento y espero una hora más hasta que la puerta se abrió lentamente, dando paso a un Raúl pálido y abatido.
-Hola- lo saludo ella- ¿Está todo bien?
No recibió respuesta, él tenía los ojos clavados en el suelo y no reaccionaba al movimiento de ella.
Cinco minutos más tarde en la puerta apareció la madre de Raúl que la saludo con un triste ‘’Hola’’ y se fue cabizbaja en dirección a la cafería.
De repente Raúl se levanto de golpe haciendo que ella se sobresaltara.

-¿Qué pasa?- pregunto ella, el se fue alejando- ¡Respóndeme! ¿A dónde vas? ¿no me vas a decir nad…

-Vete.

-¿Qué?

-Que te vayas, no quiero verte más, vete de aquí.

Tara se levanto con intención de decir algo pero él hizo un gesto de negación y se marchó. Tara se dejo caer en la silla de nuevo… La había dejado, entendía que la situación era difícil pero… Ya no era suyo. El corazón cálido de su maravilloso novio se había enfriado estaba tan frío como los chocolates que esperaban pacientes a los pies de aquella chica que un día lo fue todo para él…
La cama… era en el único sitio que quería estar, ojala no hubiera salido de allí. Tara llego a casa corriendo desde el hospital, se metió en casa y en cuanto llego al cuarto se dejo caer sobre su sofá de lectura en la ventana. Desde allí podía ver lo que más quería y no que más daño le hacía, un chico que ya no conocía.
Encendió el portátil y tecleo con rapidez en la página de youtube: ‘’Demons’’ Se puso los cascos de música y se durmió con aquella canción que tanta alegría le había dado y que ahora solo conseguía hacerle llorar…






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Hola de nuevo

Hola a tod@s!
Soy Maddi, la autora de este blog y de http://maddirivas.blogspot.com.es/ me estoy planteando continuar con la historia de Tara y Raúl.
Espero que me perdonéis la espera :)
Un saludo.